Debido a las dificultades que conlleva la evaluación del autismo, los niños con trastorno del espectro autista (ASD) se diagnostican a menudo bastante tarde, llegando a los 5 o 6 años de edad.
Gracias a un proyecto de la Universidad de Zagreb este diagnóstico puede realizarse ahora mucho más rápido. La respuesta está en los robots.
Para los niños, los robots pueden suponer un estímulo muy sencillo y práctico. Tanto su boca como sus ojos, siempre están en el mismo lugar y no se mueven. Los seres humanos gesticulamos, nos movemos, cambiamos de ropa y maquillaje... es decir, transmitimos demasiada información a la vez y en constante cambio, que a los niños les cuesta digerir.
Con la presencia de un robot los niños no necesitan pensar en muchos tipos de información diferente, sino en la esencia de la comunicación. El robot no cambia de aspecto. Es una constante.
La iniciativa pretende utilizar robots para mejorar el diagnóstico y evaluación de los niños con este desorden.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.