viernes, 7 de febrero de 2014

Es posible el control del desarrollo y crecimiento de las plantas.

A joint study published in Cell by the teams headed by Miquel Coll at the Institute for Research in Biomedicine (IRB Barcelona) and the Institute of Molecular Biology of CSIC, both in Barcelona, and Dolf Weijers at the University of Wageningen, in the Netherlands, unravels the mystery behind how the plant hormones called auxins activate multiple vital plant functions through various gene transcription factors.

Un trabajo conjunto entre los equipos de Miquel Coll en el Instituto de Investigación Biomédica (IRB) y el Instituto de Biología Molecular del CSIC, en Barcelona (España), y Dolf Weijers de la Universidad de Wageningen, Holanda han conseguido descubrir cómo unas hormonas de plantas, las auxinas, a través de diversos factores de transcripción de genes, pueden activar funciones vitales de las plantas y así controlar su crecimiento..

Las auxinas controlan el crecimiento, el desarrollo, y determinan cómo será su tamaño y estructura. Favorecen el crecimiento celular, la iniciación de la raíz, la floración y la caída de la flor así como desarrollo y ralentización de la caída del fruto.
Estas hormonas se emplean en agricultura para producir frutos sin semillas, evitar la caída del fruto, promover el enraizamiento o como herbicidas. Otras aplicaciones en estudio son biomédicas, como moléculas antitumorales y para facilitar la reprogramación de células somáticas en células madre.

Los científicos prepararon cristales de complejos de ADN y ARF obtenidos por el equipo del doctor Weijers, que luego bombardearon con rayos X de altísima intensidad en el Sincrotrón Alba, que está situado en Cerdanyola del Vallès (Barcelona), y el Sincrotón europeo de Grenoble.
Este estudio experimental ha permitido entender por qué un factor de transcripción determinado es capaz de activar sólo un grupo de genes determinado, mientras que otros ARF, muy parecidos pero ligeramente diferentes, pueden activar otro grupo distinto de genes.
Estructura atómica de una proteína ARF unida al ADN

“Cada ARF reconoce y se adapta a una secuencia particular de ADN y esta adaptación es diferente para cada ARF”. La forma de unión de los ARF al ADN es exclusiva de los vegetales pero no se puede descartar que se encuentre en otro reino. El hallazgo es de relevancia global porque se ha entendido la acción última sobre el ADN, es decir sobre los genes, de la hormona que controla el desarrollo de las plantas, además de aportar nuevo conocimiento a la biología molecular básica.

Opinión Personal: Esta noticia supone un avance bastante considerable a la hora de cultivar plantas de todo tipo, me parece algo muy bueno lo que significa este nuevo avance que seguro conllevará a un mayor conocimiento en la biología.

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