Improving gene-sequencing technologies have focused immunologists’ attention on the role of genes in diseases. But it appears the environment is an even greater factor in the human immune response.
El sistema
inmunitario, conjunto clave para mantener la salud de un organismo,
protegiéndolo contra enfermedades, se conforma por el entorno, configurando sus
respuestas para hacerle frente. Este fenómeno es especialmente notorio a medida
que envejecemos. El doctor, profesor de microbiología y director del Instituto
para la Inmunidad, Transplante e Infección de Stanford, Mark Davis,
sostiene que:
"El sistema inmunitario debe pensar y resolver sobre la marcha".
"La
idea en algunos círculos ha sido que si uno secuencia el genoma de una persona,
es posible saber cuáles enfermedades padecerá 50 años más tarde", indicó
Davis, el autor principal del estudio publicado el pasado 15 de enero en la revista
Cell, junto a los doctores Petter Brodin y Vladimir Jojic.
Sin embargo, si bien la variación genética tiene un papel fundamental en
algunas enfermedades, el sistema inmunitario debe ser
sumamente adaptable para hacer frente a episodios impredecibles de infección, lesiones o formación de
tumores, asegura.
"Lo que encontramos fue, en la mayoría de los casos (incluyendo en la
reacción a una vacuna estándar contra la influenza y en otro tipo de
respuestas) hay muy poca o ninguna influencia
genética en juego, y muy probablemente el ambiente y la
exposición a innumerables microbios son los principales impulsores", afirma.
Para determinar las contribuciones
respectivas de la naturaleza y la crianza, Davis y sus colegas se
volcaron a un milenario método de determinar ambos: la
comparación de pares de gemelos monocigóticos, mejor conocidos como
"idénticos" y de bivitelinos o "mellizos".
A pesar de los errores de copia que inevitablemente se producen cuando las células se dividen y generan pequeñas divergencias que se acumulan con el tiempo, los gemelos idénticos heredan el mismo genoma y con el tiempo se mantienen casi un 100% idénticos a nivel genético. Los mellizos comparten las mismas similitudes que comparten los hermanos, esto es casi un 50% de los genes. Porque ambos tipos comparten el mismo ambiente dentro del útero y en general el mismo entorno en la infancia, son excelentes sujetos para contrastar la influencia hereditaria y la ambiental.
El estudio se nutrió del registro del
doctor y coautor, el Dr. Gary Swan, del cual seleccionaron
78 pares de gemelos monocigóticos y 27 de bivitelinos.
Extrajeron sangre de ambos grupos en 3 visitas diferentes, a la que le
aplicaron diferentes métodos para medir más de 200 componentes inmunitarios y
actividades diferentes: se contaron sus glóbulos blancos, por ejemplo, e
incluso la respuesta de los hermanos a la vacuna de la gripe.
Al estudiar las diferencias en los
niveles y estados de actividades de los 200 componentes entre los pares de
gemelos monocigóticos y bivitelinos, los científicos encontraron que en el 75%
de las mediciones las influencias no hereditarias (exposiciones a microbios y
tóxicos, vacunas, dieta e higiene dental) revelaron un mayor peso que las
hereditarias al diferenciar a ambos pares de gemelos.
Al comparar
a los gemelos de 60 años o más con aquellos de menos de 20 (cuyo sistema
inmunológico sigue madurando), los investigadores encontraron que los
más jóvenes tenían mucho más parecido inmunológico entre sí que los mayores.
Eso se debe a que los adultos es probable que no hayan vivido juntos buena
parte de su vida y que se expusieron a diferentes cosas desde la infancia.
"Las influencias no hereditarias, particularmente los microbios, parecen jugar un papel muy grande en el impulso de la variación inmunitaria", explica Davis.
"Al menos en los primeros 20 y algo de años, cuando el sistema
inmunitario está madurando, parece ser capaz de adaptarse a diferentes
condiciones ambientales. Un sistema inmunitario humano
saludable continuamente se adapta a sus encuentros con patógenos hostiles, microbios
intestinales amigables, componentes nutricionales y más, eclipsando la
influencia de la mayoría de los factores hereditarios".
Pero este
estudio tiene sus limitaciones. De hecho, Davis señala que su grupo solo ha
estudiado a personas con un sistema inmunitario sano. Estudios anteriores
sugirieron que muchas enfermedades autoinmunes pueden ser originadas por causas
genéticas y solo aparecer cuando la gente hereda el gen defectuoso. Por lo
tanto, en ese caso, los genes pueden ser más importantes que el entorno en
cuanto al desarrollo de una enfermedad.
¿Por qué he elegido esta
noticia? ¿Qué me ha llamado la atención de ella?
- He elegido esta noticia porque creo que plantea un interrogante que no se había visto hasta ahora: ¿y si no hemos nacido con nuestro sistema inmunitario ya predeterminado y son otros factores, tales como el clima o el grado de contaminación de nuestro entorno, los que definen el comportamiento de nuestras defensas? Este estudio, además, no concluye, no da un final a una noticia, sino que abre nuevos caminos y posibilidades para futuros estudios. A medida que los investigadores avanzaban en su explicación acerca del tema, es asombroso cómo todo parece encajar ahora mucho mejor con lo que sabemos sobre el tema. También me ha sorprendido mucho la sencillez de los experimentos. No se han necesitado las más innovadoras tecnologías para llegar a los resultados sino simplemente análisis de sangre.
¿Qué influencia puede tener
en la sociedad actual?
- Este estudio es un gran paso hacia adelante en la investigación de enfermedades autoinmunes como el sida, en las cuales es el propio sistema inmunológico el que se vuelve contra el cuerpo que se suponía que debía defender. Se sugiere por primera vez que los genes heredados de nuestros progenitores podrían tener un papel secundario en el desarrollo de estas enfermedades, y que es el entorno en el que se desarrolla el sistema inmunitario el que lo determina. A pesar de que este estudio no ofrece una respuesta inmediata como “la cura de las enfermedades autoinmunes”, encauza las actuales o futuras investigaciones sobre el tema.
¿Cuál es mi valoración
personal de la noticia o de la información?
- Además, a pesar de que parece una investigación que se limita a decretar el origen de nuestro sistema inmunitario, abre infinitas posibilidades y nuevas interrogantes: ¿cuáles serían las condiciones ideales para nuestro sistema inmunitario? ¿Podría la contaminación o el calentamiento global tener un papel importante en nuestras defensas? ¿Y los medicamentos? Sabemos que un abuso de los medicamentos puede hacer a las infecciones y microorganismos resistentes a ellos, pero ¿tendrán algún efecto en el sistema inmunitario? Por ello creo que este ha sido un paso muy importante para la medicina y el tratamiento de enfermedades autoinmunes. Se abre un vasto mundo de posibilidades que nos llevarán incluso más lejos.
Immunity - Enviroment can have big impact (Revista Science)
Environment, not genes (Medicine, Stanford)
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