En el cerebro del ratón, el grupo de
neuronas CAMKII se encarga de producir la sensación de sed,
mientras que las neuronas VGAT apagan las
ganas de beber.
Dos grupos de neuronas alojadas en el
órgano subfornical del cerebro se encargan, respectivamente, de despertar o
apagar la sensación de sed, según han descubierto investigadores de la
Universidad de Columbia a través de sus ensayos con ratones. Aunque los
científicos ya sospechaban que el «interruptor de la sed» se hallaba en dicha
estructura del cerebro, que forma parte del hipotálamo, no lo habían podido
demostrar hasta ahora.
«Mediante la estimulación eléctrica de
regiones del órgano subfornical de ratones solo se obtenían resultados
contradictorios», explica Yuki Oka, autor principal del trabajo. Al parecer, en
las investigaciones anteriores, la electroestimulación activaba varias
poblaciones de neuronas de forma simultánea, lo que impedía la distinción de
los dos conjuntos neuronales ahora identificados.
Para su reciente estudio, los autores
decidieron sustituir la estimulación eléctrica por la optogenética, técnica de
mayor precisión para controlar la actividad cerebral. Con este método, los
científicos pueden investigar conjuntos de neuronas concretos tras insertar una
molécula sensible a la luz en la región cerebral del animal.
A partir de estos ensayos, descubrieron
que si activaban un grupo neuronal del órgano subfornical, las llamadas
neuronas CAMKII, los múridos empezaban, al instante, a ingerir grandes
cantidades de líquido (hasta un 8 por ciento de su cuerpo en 15 minutos) de los
bebedores dispuestos en las jaulas. Tanto los roedores deshidratados como los
ejemplares que se encontraban saciados de agua, por lo que no deberían estar
sedientos, presentaban esta conducta. En cambio, no mostraban interés por otros
alimentos. Es decir, las neuronas CAMKII no fomentaban la demanda de comida,
azúcar o miel en los animales. Ahora bien, si se desactivaban dichas neuronas,
los roedores dejaban de beber.
Los científicos observaron el efecto
contrario si activaban otra población neuronal cercana, las neuronas VGAT.
Cuando las estimulaban, los múridos dejaban el agua de lado; incluso en
situaciones en las que deberían estar al borde de la deshidratación. Oka
señala: «El órgano subfornical es una de las pocas estructuras neurológicas que
no se ve obstruida por la barrera hematoencefálica, por lo que se halla
totalmente expuesto a la circulación general. Ello plantea la posibilidad de
desarrollar medicamentos parab afecciones relacionadas con la sed». Entre
estas, la polidipsia (exceso de sed) y la deshidratación.
BIBLIOGRAFÍA
VALORACIÓN
PERSONAL
Me ha
llamado bastante la atención esta noticia, porque es algo que a pesar de que ya
se sospechaba no había forma de demostrar y al fin se ha podido probar que es
así. Creo que es algo que puede repercutir en la actualidad ya que es
importante conocer nuestro cuerpo bien y saber como funciona para en general
evitar riesgos y enfermedades. También me ha llamado la atención ver que algo
tan básico como querer beber agua o no, algo que en principio parece instintivo
tiene su razón de ser y su propia región en el cerebro para hacerla funcionar o
no según el momento. Creo que en un paso adelante más en la ciencia. Aunque sea
algo pequeño y menos importante a nivel social pero al fin y al cabo es algo
que es bueno saber.
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