miércoles, 4 de febrero de 2015

INTERRUPTOR PARA LA SED

             En el cerebro del ratón, el grupo de neuronas CAMKII  se encarga de producir la sensación de sed, mientras que las neuronas VGAT apagan las ganas de beber.
         Dos grupos de neuronas alojadas en el órgano subfornical del cerebro se encargan, respectivamente, de despertar o apagar la sensación de sed, según han descubierto investigadores de la Universidad de Columbia a través de sus ensayos con ratones. Aunque los científicos ya sospechaban que el «interruptor de la sed» se hallaba en dicha estructura del cerebro, que forma parte del hipotálamo, no lo habían podido demostrar hasta ahora.
         «Mediante la estimulación eléctrica de regiones del órgano subfornical de ratones solo se obtenían resultados contradictorios», explica Yuki Oka, autor principal del trabajo. Al parecer, en las investigaciones anteriores, la electroestimulación activaba varias poblaciones de neuronas de forma simultánea, lo que impedía la distinción de los dos conjuntos neuronales ahora identificados.


         Para su reciente estudio, los autores decidieron sustituir la estimulación eléctrica por la optogenética, técnica de mayor precisión para controlar la actividad cerebral. Con este método, los científicos pueden investigar conjuntos de neuronas concretos tras insertar una molécula sensible a la luz en la región cerebral del animal. 
         A partir de estos ensayos, descubrieron que si activaban un grupo neuronal del órgano subfornical, las llamadas neuronas CAMKII, los múridos empezaban, al instante, a ingerir grandes cantidades de líquido (hasta un 8 por ciento de su cuerpo en 15 minutos) de los bebedores dispuestos en las jaulas. Tanto los roedores deshidratados como los ejemplares que se encontraban saciados de agua, por lo que no deberían estar sedientos, presentaban esta conducta. En cambio, no mostraban interés por otros alimentos. Es decir, las neuronas CAMKII no fomentaban la demanda de comida, azúcar o miel en los animales. Ahora bien, si se desactivaban dichas neuronas, los roedores dejaban de beber.
         Los científicos observaron el efecto contrario si activaban otra población neuronal cercana, las neuronas VGAT. Cuando las estimulaban, los múridos dejaban el agua de lado; incluso en situaciones en las que deberían estar al borde de la deshidratación. Oka señala: «El órgano subfornical es una de las pocas estructuras neurológicas que no se ve obstruida por la barrera hematoencefálica, por lo que se halla totalmente expuesto a la circulación general. Ello plantea la posibilidad de desarrollar medicamentos parab afecciones relacionadas con la sed». Entre estas, la polidipsia (exceso de sed) y la deshidratación.

BIBLIOGRAFÍA

VALORACIÓN PERSONAL

       Me ha llamado bastante la atención esta noticia, porque es algo que a pesar de que ya se sospechaba no había forma de demostrar y al fin se ha podido probar que es así. Creo que es algo que puede repercutir en la actualidad ya que es importante conocer nuestro cuerpo bien y saber como funciona para en general evitar riesgos y enfermedades. También me ha llamado la atención ver que algo tan básico como querer beber agua o no, algo que en principio parece instintivo tiene su razón de ser y su propia región en el cerebro para hacerla funcionar o no según el momento. Creo que en un paso adelante más en la ciencia. Aunque sea algo pequeño y menos importante a nivel social pero al fin y al cabo es algo que es bueno saber.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.