The robot with a human face unveiled at the Smithsonian's National Air and Space Museum was built by London's Shadow Robot Co to showcase medical breakthroughs in bionic body parts and artificial organs.
El robot llamado Frank (por Frankenstein) está integrado por 28 partes artificiales, contando con pulmones, riñones y hasta un corazón.
El “hombre biónico” puede caminar, hablar y ver, gracias a un sistema de sensores y procesadores computarizados.
Aunque muchas de las piezas del robot funcionan, muchas de ellas están lejos de ser usadas en humanas. Además faltan algunas partes: el riñón, por ejemplo, es un prototipo y tampoco hay otros órganos clave como el sistema digestivo, el hígado o el cerebro.
He escogido esta noticia ya que muestra de manera totalmente clara el avance tecnológico en la medicina en los últimos tiempos. Es increíble cómo de rápido nos acercamos a poder cambiar cualquier parte de nuestro cuerpo dañada por otra artificial, y aunque parezca que está muy lejos todavía con estos proyectos se demuestra lo contrario.
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