Los Estados Unidos usan cerca de 50 mil millones de botellas de agua de plástico cada año , lo que requiere 17 millones de barriles de petróleo. Lamentablemente, menos de una cuarta parte de ese plástico es reciclado . Si no queremos ir cargando con una botella vacía cada ves que la gastamos y encima la tiramos en cualquier parte, ¿por qué no crear una botella que se pueda comer?
Yuka Yoneda de Inhabitat da una demostración de cómo hacer justamente eso mediante un proceso llamado esferificación , que crea un líquido con una membrana suave que se puede comer. El proceso combina el agua potable con alginato de sodio , que proviene de algas pardas. Después de que los dos se combinen, se ponen en un baño de lactato de calcio , que es una sal que se puede encontrar en muchos artículos como polvo de hornear , antiácidos y queso . En el interior del baño, empieza a formarse una membrana gelatinosa, pero el agua se mantiene líquida en el medio . El resultado es una bebida refrescante de agua que no requiere de un recipiente separado como una botella o una taza.
http://www.youtube.com/watch?v=YLjzsfgk198
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