Primer modelo de Olfatómetro. |
Varios Investigadores del Departamento de Tecnología Electrónica de la Universidad Rey Juan Carlos (URJC) han desarrollado un dispositivo para evaluar la capacidad olfativa humana.
Algunos ingenieros, psicólogos y terapeutas de la URJC han desarrollado un aparato llamado olfatómetro que evalúa la capacidad olfativa y se adapta tanto a sistemas de resonancia magnética funcional como a electroencefalogramas. El proyecto, impulsado por Adolfo Toledano, médico de la unidad de Otorrinolaringología de la Fundación Hospital de Alcorcón, tenía el objetivo de relacionar la pérdida del olfato con accidentes o traumatismos.
Gracias al Departamento de Tecnología Electrónica de la URJC se empezó a evaluar el aparato a través de máquinas de resonancia magnética funcional, donde a partir de un estímulo se observaban qué zonas del cerebro se pueden activar.
“Para el estudio del olfato no existía ningún dispositivo que mandara esos estímulos de manera sincronizada dentro de la máquina de resonancia magnética. Y ahora han conseguido hacer este dispositivo. A diferencia de otros dispositivos similares desarrollados en Alemania y Estados Unidos, el equipo coordinado por Borromeo, ha rebajado su coste y simplificado las pruebas.
Su funcionamiento consiste en dispensar aromas a un paciente (hasta ocho aromas distintos), estando sincronizado al mismo tiempo con una máquina de resonancia magnética o de encefalografía, de manera que se alternan los aromas con un estado de reposo en el que se dispensa aire.
“Vimos la necesidad de crear un dispositivo que fuera compatible con resonancia magnética, que estuviera sincronizado con la toma de imagen y nos permitiera correlacionar los datos que tenemos con los datos que tienen los clínicos con el fin de ser capaces de hacer paradigmas de hasta ocho aromas”.
Además, en estos momentos estamos realizando pruebas con sujetos para intentar evaluar los resultados con encefalografía. Se han realizado estudios con sujetos sanos y también se han hecho pruebas a sujetos que han perdido el olfato por causas virales, traumáticas e idiopáticas para poder hacer una comparativa.
Hoy en día, el olfato sigue siendo un sentido bastante desconocido, aunque algunos estudios lo relacionan con las zonas del cerebro de la memoria y los recuerdos. En este sentido, podría ser un indicador precoz de enfermedades como el alzhéimer o el párkinson.
Algunos ingenieros, psicólogos y terapeutas de la URJC han desarrollado un aparato llamado olfatómetro que evalúa la capacidad olfativa y se adapta tanto a sistemas de resonancia magnética funcional como a electroencefalogramas. El proyecto, impulsado por Adolfo Toledano, médico de la unidad de Otorrinolaringología de la Fundación Hospital de Alcorcón, tenía el objetivo de relacionar la pérdida del olfato con accidentes o traumatismos.
Gracias al Departamento de Tecnología Electrónica de la URJC se empezó a evaluar el aparato a través de máquinas de resonancia magnética funcional, donde a partir de un estímulo se observaban qué zonas del cerebro se pueden activar.
“Para el estudio del olfato no existía ningún dispositivo que mandara esos estímulos de manera sincronizada dentro de la máquina de resonancia magnética. Y ahora han conseguido hacer este dispositivo. A diferencia de otros dispositivos similares desarrollados en Alemania y Estados Unidos, el equipo coordinado por Borromeo, ha rebajado su coste y simplificado las pruebas.
Su funcionamiento consiste en dispensar aromas a un paciente (hasta ocho aromas distintos), estando sincronizado al mismo tiempo con una máquina de resonancia magnética o de encefalografía, de manera que se alternan los aromas con un estado de reposo en el que se dispensa aire.
“Vimos la necesidad de crear un dispositivo que fuera compatible con resonancia magnética, que estuviera sincronizado con la toma de imagen y nos permitiera correlacionar los datos que tenemos con los datos que tienen los clínicos con el fin de ser capaces de hacer paradigmas de hasta ocho aromas”.
Además, en estos momentos estamos realizando pruebas con sujetos para intentar evaluar los resultados con encefalografía. Se han realizado estudios con sujetos sanos y también se han hecho pruebas a sujetos que han perdido el olfato por causas virales, traumáticas e idiopáticas para poder hacer una comparativa.
Hoy en día, el olfato sigue siendo un sentido bastante desconocido, aunque algunos estudios lo relacionan con las zonas del cerebro de la memoria y los recuerdos. En este sentido, podría ser un indicador precoz de enfermedades como el alzhéimer o el párkinson.
A mi parecer, todo lo que sea un avance en la ciencia y en nuestra sociedad, es bueno. En este caso gracias a este "Olfatómetro" se van a abrir mas opciones del estudio del cuerpo humano y en general la medicina ampliará una vez más sus posibilidades.
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