Implantable eye devices that improve vision up close could soon be a viable alternative for aging eyes in the World.
Se ha descubierto una forma para corregir la visión borrosa de cerca sin la necesidad de llevar gafas o lentillas. Se trata de un anillo delgado colocado quirúrgicamente en el ojo. Se recomienda realizar a personas pasada la edad de los cuarenta que tengan presbicia o visión cercana borrosa.
El dispositivo es una incrustación corneal, y que actualmente está siendo sometido a revisión clínica en Estados Unidos, mejoró la visión cercana para el 80 por ciento de los pacientes que probaron el dispositivo; lo suficiente para permitirles leer un periódico, sin perturbar la visión de lejos necesaria para actividades diarias como estar al volante de un automóvil.
La ventaja teórica de utilizar incrustaciones corneales frente al uso de gafas es que con las primeras no hace falta quitárselas para poder ver bien de lejos.
La presbicia afecta a más de 1.000 millones de personas en todo el mundo. A medida que las personas envejecen, la córnea se hace menos flexible y se dobla de tal manera que se hace difícil mirar de cerca. Si bien el remedio más habitual es llevar gafas para leer, o lentes de contacto progresivas o multifocales en el caso de personas que además tienen miopía
Uno de los dispositivos es la incrustación KAMRA, un anillo delgado y flexible con forma de dónut que mide 3,8 milímetros de diámetro, con un agujero de 1,6 milímetros en el medio. Cuando se le suelta dentro un pequeño hueco en la córnea que cubre la parte frontal del ojo, el dispositivo actúa como la apertura de una cámara, ajustando la profundidad de campo de manera que el usuario pueda ver bien de cerca y de lejos. El procedimiento de insertar el implante es relativamente rápido, dura unos 10 minutos y requiere solo anestesia tópica (anestesia local para insensibilizar la superficie del órgano).
ESTUDIO QUE SE LLEVÓ ACABO:
Para probar la eficacia de la incrustación, el equipo del Dr. John Vukich, llevó a cabo un estudio de 507 pacientes de entre 45 y 60 años de edad en América, Europa y Asia con presbicia que no eran miopes. Los investigadores implantaron el anillo en los pacientes y les hicieron un seguimiento a lo largo de 3 años. En el 83 por ciento de los ojos con el implante, la incrustación corneal KAMRA permitió a los pacientes con presbicia ver con una calidad de visión lo bastante buena como para volverles capaces de leer un periódico o conducir un vehículo sin lentes correctoras. Los investigadores han comprobado asimismo de que los resultados han permanecido estables a lo largo del período de tres años.
Si es necesario, las incrustaciones se pueden retirar, lo que lo hace un tratamiento reversible.
COMENTARIO:
He elegido esta noticia por varias razones. Una de ellas es que causa mucha curiosidad este tema ya que padezco de miopía y astigmatismo, y sé lo incómodo que es el uso de gafas, y no tanto en mi caso, de lentillas. No tenía idea de que esto existiera, si sabía el uso la cirugía láser para rectificar estos problemas de vista, pero a diferencia de la incrustación de este anillo, este último no es irreversible.
También otra circunstancia que me ha hecho elegir esta noticia es lo actual que es, ya que fue expuesta relativamente hace poco. Claro está que este método se lleva experimentando más de tres años.
Otro de los motivos que ha hecho que me decida por elegir esto, has sido lo común que es entre la sociedad este tipo de problemas, y que hace perder en cada persona su calidad de vida.
Con esta cirugía acabaría ya el uso de las gafas, la compra mensual de lentillas, la infección de ojos por el uso de estas últimas, quitarse y ponerse las gafas según quieras ver la televisión o leer el periódico...
BIBLIOGRAFÍA:
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.